El Covid-19 ha traído enormes desafíos al sistema de salud global. Aunque las investigaciones han revelado una gran cantidad de información sobre el virus, aún hay mucho desconocimiento al respecto.metodológicas.
Con el tiempo, se han descubierto nuevas secuelas en pacientes infectados, que van desde la disminución de la capacidad pulmonar, hasta el deterioro muscular. Incluso, no se descarta que los recuperados sufran síndromes neuropsiquiátricos a largo plazo.
Cada vez más personas deben recuperarse después de salir de la Unidad de Pacientes Críticos. Por ejemplo en la función esencial para hablar o caminar. Esto hace que le lleve más tiempo volver a una vida normal y requiere más energía y recursos.
Sin embargo, así como todavía hay mucho desconocimiento, también hay algunos tratamientos que están comenzando a producir resultados positivos. Uno de ellos es la la Estimulación Eléctrica Funcional (FES), que se utiliza cada vez más en las Unidades de Pacientes Críticos de todo el mundo con el fin de:
1- Prevenir o tratar la debilidad muscular adquirida en una Unidad de Paciente Crítico, luego de la sedación requerida para la intubación (se utiliza en extremidades).
2- Acelerar el proceso de extubación (el uso es en musculatura dorsal y abdominal).
3- Acelerar el proceso de rehabilitación precoz del trastorno de la deglución post intubación.
Este tipo de terapia se puede utilizar en pacientes con problemas respiratorios y/o lesión de primera motoneurona, como por ejemplo, en el caso de accidente cerebrovascular, lesión medular, TEC, parálisis cerebral, entre otras afecciones.
«Los equipos se pueden sincronizar por bluetooth con un tablet y un acelerómetro (sensor inercia) que se configuran fácilmente para poder coordinar la estimulación de diferentes músculos en forma secuencia, de tal forma de lograr movimientos funcionales, como por ejemplo la deglución, bipedestación y posteriormente la marcha. Así es cómo el FES puede ayudar a la recuperación de pacientes con COVID-19”, aseguró Moisés Campos, CEO de TrainFES, sistema chileno que ha rehabilitado a más de 1.000 pacientes con daño neurológico, entregándoles herramientas para apoyar su recuperación.
Aunque los estudios de seguridad informan que no aumenta la creatinfosfokinasa (pensando en la rabdomiolisis), por lo que no afecta la función renal ni genera disminución de la saturación de O2-, en TrainFES recomiendan este tratamiento en pacientes con COVID, sea después de la fase inflamatoria. Esto, porque el COVID-19, al igual que otros virus coronavirus e influenza, genera miopatías inflamatorias.
Fuente: 24 horas